‘La mona’, como la llaman sus compañeras, jugó en las categorías de hombres en su municipio de Risaralda hasta que se incorporó al proceso de Selección Colombia
Una de las figuras de la clasificación de la Selección Colombia Femenina frente a Jamaica fue la juvenil Ana María Guzmán, quien reemplazó a Manuela Vanegas, que estaba sancionada y lo hizo con creces. Tuvo la claridad para poner en un cambio de frente la asistencia para el gol del triunfo de Catalina Usme.
La colombiana se convirtió así en la jugadora más joven en dar una asistencia en una ronda eliminatoria de una Copa Mundial Femenina de la Fifa, con 18 años y 58 días.
Ana María se dio a conocer en el Mundial Sub 17 celebrado en India y donde fueron finalistas, fue de las más destacadas junto a Linda Caicedo, Daniela Garavito, Luisa Agudelo, Yésica Muñoz, entre otras. Sus compañeras la llaman ‘la mona’, y la definen como una defensora intensa, que no le da ningún centímetro al rival.
Su historia en el fútbol empezó cuando tenía seis años en Mistrató, un pequeño municipio de Risaralda. Desde esa temprana edad empezó a mostrar sus cualidades y en vez de jugar con muñecas, le gustaba perseguir un balón. Por eso sus padres la apoyaron y la inscribieron en la escuela de fútbol Mistrató Sueños Dorados.
Allí, jugando a la par con las categorías masculinas, se destacó hasta que la vieron de la Selección Risaralda Femenina y decidieron incluirla en la nómina para representar al departamento. Allí creció y en los torneos nacionales, la observaron los técnicos de la Selección Colombia Femenina, quienes la llamaron a distintos microciclos.
Después fue haciendo los procesos con las selecciones infantiles y juveniles. Tras sus buenas actuaciones este año llegó al Deportivo Pereira para hacer parte del profesionalismo.
Lo hecho en el Mundial Sub-17 fue fundamental para que el técnico Nelson Abadía la tuviera en cuenta para el Mundial de mayores que se disputa en Australia y Nueva Zelanda.
Después de la histórica victoria 1-0 sobre Jamaica, que significó la clasificación a los cuartos de final en los que enfrentarán a Inglaterra, una emocionada Ana María dialogó con los medios y al mejor estilo del ciclista Rigoberto Urán dio sus declaraciones.
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“Una felicidad muy inmensa, para eso trabajamos, estoy muy feliz por todas, porque nos lo merecemos, hemos trabajado para esto y nada estamos con unas jugadoras muy grandes. Me siento muy orgullosa de ello, de todas las cosas que han logrado, somos unas guerreras”.
“Eso es una elegancia, es muy chimba, eso es una elegancia, eso es inexplicable, uno siente mariposas, siente de todo. Pero nada muy feliz, disfrutando de todo, de esta experiencia tan hermosa, porque es única, entonces aprendiendo de todo esto”, concluyó.