«En Sogamoso, Mongua, Aquitania y Tota, los abrazos y palabras de nuestra gente, nos ratifican que hicimos las cosas bien, que con obras transformamos y dignificamos vidas.
Hoy, correspondiendo a ese apoyo infinito y de corazón, nos comprometemos seguir sembrando con amor y esperanza para que la cosecha que viene sea mucho más grande.
¡Cada boyacenses merece lo mejor de nosotros! Y por eso, seré el primero en avanzar y el último en retirarme.»