Tras más de un año de rehabilitación por parte de la CAR las aves se trasladaron desde Tocaima (Cundinamarca) hasta La Guajira y hoy habitan en los manglares del Caribe.
Bogotá, D.C., 03 de octubre de 2023
Luego de más de un año de un arduo proceso de rehabilitación por parte de la Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca (CAR), 18 flamencos rosados (Phoenicopterus ruber) que fueron rescatados de la tenencia ilegal regresaron a la libertad en el área protegida Distrito Regional de Manejo Integrado (DRMI) Musichi, ubicado en el departamento de La Guajira.
Los animales fueron trasladados en medio de un cuidadoso operativo liderado por la CAR, que incluyó el tránsito vía terrestre desde el municipio de Tocaima (Cundinamarca) hasta Bogotá, donde las embarcaron en un avión C-295 del Comando Aéreo de Transporte Militar CATAM de la Fuerza Aeroespacial Colombiana, que las trasladó hasta su destino en el caribe colombiano.
De acuerdo con el director de la Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca (CAR), Luis Fernando Sanabria Martínez, algunas de las aves habían soportado hasta nueve años de cautiverio.
“Fueron rescatadas en predios privados, incautadas durante su intento de comercialización y otras entregadas voluntariamente por ciudadanos que desconocían que la tenencia de esta especie es ilegal. Hoy, gracias al estricto proceso de rehabilitación, estas aves están aptas para continuar su vida en libertad”, explicó Juan Esteban Ardila, médico veterinario de la Dirección de Evaluación, Seguimiento y Control Ambiental de la CAR.
La rehabilitación se realizó en el Centro de Atención y Valoración (CAV) de fauna de la CAR, ubicado en el municipio de Tocaima, a donde son traslados los animales rescatados que requieren atención médica especial.
“Cuando iniciaron su proceso de rehabilitación evidenciamos que muchos de ellos llegaron con sus plumas cortadas y descoloridas, resultado de una alimentación inadecuada y malas prácticas implementadas para impedir su vuelo“, explicó Tatiana Baker, bióloga de la CAR.
De acuerdo con la profesional, durante su proceso de rehabilitación los flamencos fueron puestos en cuarentena para evitar el contagio de enfermedades o parásitos adquiridos en cautiverio, posteriormente, de acuerdo con su estado de apego al humano, comportamiento y condición física y nutricional, fueron separados por grupos en ambientes recreados donde incentivó el acercamiento social para conformar una bandada.
“La rehabilitación de estas aves incluyó inducirles el reflejo de vuelo, estimulaciones con vocalizaciones, olores y siluetas de potenciales depredadores naturales para generar respuestas de escape y se les alimentó con camarones, artemias y suplementos para recuperar su tonalidad natural y el crecimiento del plumaje recortado”, dijo Baker.
Después de este largo proceso y cuando se constató que ya estaban listas para su hábitat natural emprendieron el camino a la libertad. Fueron más de mil kilómetros de distancia los que recorrieron los flamencos hasta a su nuevo hogar entre las salinas y manglares en el mar Caribe, donde ahora podrán continuar su vida acopladas de nuevo a su hábitat natural.
“Nuestros lineamientos están guiados a la protección de los recursos naturales. Hemos dispuesto nuestras aeronaves para ello, y transportar estos 18 flamencos hacia la libertad es una misión positiva. Apoyar a entidades como la CAR es poder aportar a un mejor país”, dijo el mayor Camilo Adolfo Serrano Lemus, piloto militar de la Fuerza Aeroespacial Colombiana, quien estuvo al frente del traslado de las aves desde Bogotá hasta el caribe colombiano.
La liberación se llevó a cabo con el apoyo de la Corporación Autónoma Regional de La Guajira (Corpoguajira), que acompañó el operativo de llegada y traslado de las aves hacia su lugar de retorno a la libertad.