El retamo espinoso es considerada una especie invasora que crece en lugares con total exposición al sol
En el nuevo Plan de Acción Cuatrienal – PAC, la CAR implementará acciones encaminadas a la restauración de ecosistemas estratégicos afectados por incendios forestales y otros factores.
A este reto se sumó el municipio de Saboyá, en Boyacá, al tiempo que se avanza en otros frentes con alta presencia de esta especie arbustiva en el territorio CAR.
La restauración ecológica de las zonas afectadas por la presencia de retamo se llevará a cabo a través de la plantación de entre 1.800 a 2.000 árboles nativos por hectárea. Bogotá, D.C, 08 de Julio de 2024.- El municipio de Saboyá, departamento de Boyacá, se sumó a la lucha de la Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca – CAR por la erradicación del retamo, una especie considerada como una de las más invasoras y dañinas para los ecosistemas altoandinos y de subpáramo. Por ello, unieron esfuerzos técnicos y financieros para avanzar en la estrategia de erradicación, eliminación y disposición final de los residuos vegetales tanto de retamo espinoso (Ulex europaeus L.) como de retamo liso (Genista monspessulana (L.), así como en la rehabilitación ecológica de las áreas afectadas a través de la plantación de especies nativas. Este es solo un ejemplo de la forma en que se viene consolidando la estrategia para enfrentar el avance exponencial de este arbusto, originario de Europa y que ha demostrado ser una especie dominante, capaz de desplazar a la flora nativa, cuyas raíces son resistentes a incendios forestales y sus plantas rebrotan con facilidad. Esta especie prolifera en áreas con exposición total al sol, como orillas de carreteras y potreros, y tienen una alta capacidad de producción de semillas, que se dispersan eficazmente, permitiendo una rápida colonización del suelo. La CAR, en el marco de las acciones para el manejo y restauración ecológica del territorio, inicio con la erradicación de 99 hectáreas de retamo espinoso y la restauración de estas áreas con especies nativas. Las zonas específicas donde se están realizando las labores de erradicación y restauración incluyen: Saboyá: 18 ha, Neusa: 8 ha, Usme (Predio Bíter): 47 ha, Hato: 5 ha y los Cerros Orientales con 21 ha. El director de la CAR, Alfred Ignacio Ballesteros aseguró que “El compromiso de municipios como Saboyá es un ejemplo de trabajo colaborativo entre la CAR y las autoridades municipales para hacer frente a la invasión de especies como el retamo, pues el cambio climático es una realidad que nos exige acciones eficaces ante la variabilidad y la alteración de los entornos”. “La CAR Está realizando un importante trabajo de restauración de nuestros ecosistemas, principales estamos adelantando actividades de eliminación de especies invasoras una de estas es una especie que desafortunadamente nos afecta nuestros ecosistemas y se propaga con una gran facilidad lo que nos obliga a generar acciones para eliminarla de manera controlada y atendiendo los protocolos que se han elaborado al respecto, hemos venido trabajando en la eliminación de retamos y su sustitución luego de una restauración de los suelos por especies nativas para garantizar que las coberturas naturales se van a restablecer” precisó el director Ballesteros. Así se combate el retamo en el Territorio CAR La restauración ecológica de las zonas afectadas por la presencia de retamo se llevará a cabo a través de la plantación de entre 1.800 a 2.000 árboles nativos por hectárea, utilizando especies apropiadas para los ecosistemas de páramo y subpáramo, tales como chirca, garrocho, tibar, arrayán, corono, siete cueros, amargoso, carne, aliso, duraznillo y Mortiño, entre otras. El proceso de recuperación de los ecosistemas afectados por la presencia de retamo comprende tres fases principales: Fase 1: Identificación de predios a intervenir y de las vías de acceso para realizar la delimitación y caracterización del área Fase 2: Delimitación de polígonos con polisombra para evitar la dispersión de las semillas, seguida del corte y extracción de ramas, tronco y raíz. Adicionalmente, se realiza la trituración del material vegetal no reproductivo, y el acopio y embalaje de las partes vegetativas reproductivas (flores, frutos y semillas), con el fin de ser transportado para posterior proceso de incineración. Fase 3: Rehabilitación ecológica a través de la plantación de especies previamente definidas para cada zona. “La ejecución de estas acciones no solo contribuirá a la erradicación de esta especie invasora, sino que además, permitirá la recuperación de la biodiversidad local, protegiendo los ecosistemas nativos y promoviendo su sostenibilidad a largo plazo”, puntualizó el director Ballesteros.