La congresista falleció de un infarto este sábado en la clínica Conquistadores de Medellín. A sus 68 años se caracterizó por su defensa de las minorías y equidad de género, así como protagonizó varios escándalos sobre sus supuestos vínculos con las Farc, Hugo Chávez y Álex Saab.
Piedad Córdoba regresó a la política en 2022 al ser elegida senadora por el Pacto Histórico. FOTO: COLPRENSA
En una clínica de Medellín falleció este sábado la senadora del Pacto Histórico, Piedad Córdoba. La senadora, quien, de hecho, había sufrido varios quebrantos de salud el año pasado y en 2022, por los que incluso estuvo en UCI, murió a causa de un infarto, según las versiones preliminares, en la Clínica Conquistadores.
Según conoció EL COLOMBIANO, la excongresista estuvo reunida con su equipo de trabajo hasta las 9 de la noche de ayer viernes. Sin embargo, Córdoba fue trasladada al mediodía de este sábado al servicio de urgencias de la Clínica Conquistadores, donde un carro de Policías custodiaba esta tarde la entrada al centro médico.
De acuerdo al parte leído por el director de la Conquistadores, la política antioqueña llegó sobre las 12:50 pm y se aplicó el código azul, protocolo para atender paro cardiaco. Córdoba llegó sin signos vitales, con signos de livideces hipoperfundida y fue trasladada a sala de reanimación. Allí fue declarada muerta.
“A las 12:50 llegó acá, inmediatamente el cuerpo se atendió, se le hicieron todas las maniobras de reanimación, se estableció un código azul que es lo que se establece en estos casos y frente a la no respuesta, pues fue un paro cardiaco no presenciado se suspenden las maniobras y se declara paciente fallecida”, dijo a periodistas Martín Mora Rendón, director médico Clínica Conquistadores. El cuerpo de Córdoba fue entregado a Medicina legal.
“Admiradora de ella. Una mujer que luchó siempre por el país. Una vez me la encontré en un viaje y le di un abrazo. Adorada. Hermosa mujer. Esa piel tan linda, esos ojos sinceros. Le di doble beso y le dije: lástima que por seguridad no pueda presentarle dos amigas que adorarían darle este abrazo y me dijo: me las saludas y le das doble beso. Colombia pierde porque creo que ella ya no está luchando físicamente. Pero ella ya dejó su legado. Vengo a despedirme porque es una mujer qué hay que agradecerle. Los que creyeron a ella o no. Adiós Piedad y gracias por venir a hacer mucho por este país”, le dijo una de sus vecinas a EL COLOMBIANO.
Una “verdadera liberal”
Córdoba fue electa senadora en las elecciones legislativas de 2022, después de pasar varios años alejada de la vida pública por una inhabilidad declarada en su contra que, al final, fue tumbada por el Consejo de Estado.
De hecho, tras salir elegida no pudo tomar posesión inmediata de su cargo en el Congreso porque a raíz de problemas de su estado físico fue ingresada a ese centro por urgencias. Por ese quebrando, el entonces presidente del Senado, Roy Barreras, tuvo que viajar a Medellín para juramentarla como senadora.
En julio de 2022, además, Córdoba fue internada en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) para adultos de la Clínica del Rosario de Medellín, tras ser trasladad hasta ese centro médico al sufrir una descompensación relacionada con su tensión.
En sus últimos años de actividad pública y ejercicio político, Córdoba enfrentó dos procesos por los que altamente cuestionada: el lío judicial contra su hermano Álvaro Córdoba –quien fue extraditado a Estados Unidos por posibles delitos relacionados con narcotráfico– y el llamado de la Corte Suprema de Justicia por su posible participación en relaciones irregulares con la extinta guerrilla de las Farc.
El presidente Gustavo Petro, quien precisamente le dio a Córdoba la oportunidad de revivir su vida política, a través del Pacto Histórico, reaccionó a la muerte de la congresista, a la que describió como una “verdadera liberal”.
“Piedad Córdoba fue una mujer golpeada por una época y una sociedad. Luchó toda su vida madura por una sociedad más democrática. Su cuerpo y su mente no resistieron la presión de una sociedad anacrónica, que aplaudía los ajustamientos de jóvenes, que odiaba el diálogo y la paz, que odiaba a los negros, a los indígenas y a los pobres, que la trataba como una criminal. Un procurador fascista la expulsó del senado y se burló de sus electores, quise resarcir el daño y ayudé a que hiciera parte de la lista del Pacto Histórico, sentí que lo merecía. Como congresista la conocí y como senadora murió. Una verdadera liberal ha muerto”.
Enmarcada en una ideología liberal y de izquierda, Córdoba fue una defensora de las minorías, la equidad de género, y la resolución pacífica al conflicto armado.
La sombra de Teodora de Bolívar
Además de la captura de su hermano Álvaro Fredy Córdoba por presuntos nexos con disidencias de las Farc, Córdoba también se vio involucrada en las polémicas revelaciones de Andrés Vásquez, un hombre que lideró su equipo de comunicaciones y que ahora la acusa de haber retrasado liberaciones de secuestrados de las Farc, cuando su trabajo era agilizarlas. En esas acusaciones, también fue señalada de haber sostenido estrechas relaciones con el expresidente de Venezuela Hugo Chávez y con el presunto testaferro de Nicolás Maduro, Álex Saab.
La sombra sobre los vínculos que tuvo con las Farc persiguió a Córdoba desde 2008, cuando la justicia abrió un caso al que le llamó Farcpolítica que está relacionado con más de 900 correos electrónicos encontrados durante la operación Fénix en el computador del jefe guerrillero Raúl Reyes y que estarían dirigidos a una mujer bajo el alias de Teodora de Bolívar, un nombre que desde esa época el entonces procurador Alejandro Ordóñez empezó a relacionar con la exsenadora.
Lo que precedió a ese espinoso capítulo de su vida fue la designación que en el 2007 le hizo el entonces presidente Álvaro Uribe como facilitadora del Acuerdo Humanitario entre el Gobierno y las Farc, que le permitió al Estado hacer cambios de presos políticos de las Farc por secuestrados.
Para esa época, según las acusaciones del exasesor Vásquez, la exsenadora se habría aprovechado de ese rol que le dio el Gobierno y habría empezado a intervenir en las decisiones que tomaba la guerrilla con respecto a los secuestrados. Las sugerencias, según ese testimonio, iban desde cómo mostrar a los cautivos para que no se vieran tan mal ante la opinión pública, hasta a quiénes liberar primero y a quienes no debido a su importancia política.
Por este caso, la Sala de Instrucción de la Corte Suprema de Justicia abrió una investigación y ha recopilado pruebas contra Córdoba. Ella respondió en su defensa que se trataba de un “refrito” y de una supuesta persecución, pero el alto tribunal mantuvo la investigación en marcha.
En mayo de 2022, a la senadora se le abrió otro lío cuando fue sorprendida intentando transportar 68.000 dólares en efectivo que planeaba mover en un vuelo internacional en el aeropuerto de Comayagua, en Honduras. Más allá de la sorprendente y abultada cantidad de dinero, que superaba los 267 millones de pesos, se trató de otro hecho desafortunado para quien la revivió en el escenario político colombiano: Gustavo Petro, quien llegó a decirle en su momento que era mejor “hacerse a un lado” una vez se posesionara como congresista.
Relación con Álex Saab
Otro hecho por el que la congresista electa tiene un expediente abierto es su presunta relación con Álex Saab, señalado testaferro de Nicolás Maduro. En enero de este año, una Comisión de Fiscalización ecuatoriana le entregó al presidente Iván Duque, a la Fiscalía General y al Congreso un expediente de 125 páginas en el que se recopilaron pruebas sobre presuntos nexos de políticos colombianos –entre ellos Piedad Córdoba– con Saab.
La congresista electa ha sido insistente en que no ha tenido relación con Saab, pero la Corte Suprema recopiló una serie de pruebas que fueron entregadas por Vásquez, que podrían incriminarla. Entre ellas están correos electrónicos, transacciones bancarias y soportes, que reposan dentro de la investigación que adelanta el alto tribunal.