Las bicicletas eléctricas siguen ganando adeptos en España cada día. También hay quienes tienen curiosidad por probarlas, pero no quieren desprenderse de sus antiguas bicis o no pueden permitirse el alto coste de algunos modelos. Para ellos están pensados los nuevos kits de conversión como Clip, que se instala en la rueda delantera de cualquier bici y ofrece un motor de 450 W de asistencia al pedaleo. Sin embargo, habrá que esperar todavía para que esté disponible, como sucede con DiskDrive de Skarper, la startup británica que promete revolucionar el mercado y cuenta con el respaldo de Red Bull.
Lo sorprendente de este invento es la sencillez de su funcionamiento. Skarper pretende ofrecer las ventajas de una bicicleta eléctrica con las mínimas molestias posibles, por lo que se instala fácilmente en la rueda trasera y funciona con un rotor llamado DiskDrive. Esta pieza se puede montar en cualquier bicicleta con frenos de disco, e incorpora en un único dispositivo el motor, la batería y el sensor de par.
Lo mejor de DiskDrive, según sus responsables, es que se monta y desmonta con facilidad, no necesita herramientas y basta con pulsar el único botón de la pieza para empezar a recibir asistencia de pedaleo. Una vez completado el trayecto, se puede quitar fácilmente, devolviendo a la bicicleta a su configuración original.
Skarper convierte cualquier bicicleta en eléctrica
El motor pesa únicamente 300 gramos, y la unidad completa algo menos de 3 kg. La batería de 202 Wh permite una autonomía de hasta 60 kilómetros, con un tiempo de carga de 2,5 horas. Si lo que se necesita es un pequeño ‘empujón’, Skarper afirma que una carga de solo 30 minutos proporciona entre 15 y 20 km extra de autonomía.
Por su parte, el motor de 250W ofrece 50 Nm de par y una velocidad máxima de 32 kilómetros por hora (limitada a 25km/h en países como España). Para detectar el nivel de asistencia necesario, Skarper ha desarrollado el algoritmo DynamicClimb, que mide con precisión el rendimiento del ciclista y la inclinación de la carretera. Así, se ajusta en todo momento para adaptarse a la velocidad y cadencia del usuario.
El precio definitivo todavía se desconoce, pero se acercará a las 1.000 libras (1.150 euros). De momento, además de avanzar hacia la fase de producción con la vista puesta en el otoño de 2023 y el invierno de 2024, la empresa ya trabaja en una versión de DiskDrive específica para bicicletas de montaña.